Mi carrera de artista comienza hace apenas tres años cuando surge la necesidad personal de plasmar en el lienzo mis inquietudes y sentimientos, mi modo de ver la vida . Me considero una persona totalmente autodidacta sin limites ni freno, con ganas de experimentar y sin miedo alguno por embarcarme en este gran mundo del arte.

Esta primera toma de contacto con la pintura rápidamente se convierte en una pasión, como si hubiera despertado una vocación adormecida en mi. Dedicándome a aprender todo lo posible, asistiendo a cursos y talleres y pintando por mi cuenta con el fin de adquirir un buen dominio técnico para poder plasmar en los cuadros mi visión personal.
Con la intuición como guía estético, me siento atraída por la luz y los colores vivos neoimpresionistas, bastante reflejados en una tendencia rusa actual, de la cual Vladimir Volegov es un gran exponente. También la figura femenina es una de mis características. Mis cuadros cuentan la realidad de las mujeres retratadas, con su fuerza, su belleza y su historia, una historia de superación y afirmación.
Últimamente, el hecho de pintar el cuerpo de la mujer, ha derivado a un interés por la piel, por la complejidad y fascinación que supone su representación. La piel como frontera entre el individuo y el mundo, la piel como el límite de la persona, la piel como recipiente del ser. Y por último, la piel de la mujer como la piel que es la pintura para el cuadro.

Sin duda está siendo la mejor aventura de mi vida.

Totalmente gratificante.